Es una pieza clave de la Colección minitapices, donde Adrián Gómez despliega con un toque de humor irónico una serie de imágenes cotidianas: desde el cielo y las calles hasta la caguama y los gatos, sin dejar de lado ciertos tintes políticos de la vida diaria, como los recuerdos del levantamiento magisterial y popular del 2006 en Oaxaca. Originario de Oaxaca de Juárez, ha explorado diversas técnicas textiles, centrándose en su entorno como principal interés, así como en las redes comunitarias que lo atraviesan, sus sueños, problemas y preguntas. Presentada en formato de historieta, la serie abre la interpretación para que cada uno de nosotros pueda integrar el texto que prefiramos mientras contemplamos las 32 viñetas que componen la Colección minitapices.

Esta obra forma parte de la serie accidental "El chow must go on". Durante el encierro de la pandemia, poco a poco surgieron trabajos sin ninguna meta preconcebida. "Estos trabajos no fueron planeados; simplemente los realicé dejándome guiar por mi subconsciente, del cual conozco poco pero al que le tengo confianza. El resultado parece ser incluso mejor que si lo hubiera planeado."

Adrián Gómez, un artista textil oriundo de Oaxaca, se sumerge en la representación de la vida cotidiana de las periferias y sus habitantes, un entorno que ha sido su hogar desde la infancia. Él mismo etiqueta su trabajo como parte del arte urbano, fusionando diversas técnicas textiles como el gobelino, el sarape y el labrado en telar de seis pedales y horizontal. En sus obras, emplea una amplia gama de fibras vegetales (como algodón, pita e ixtle), animales (lana, alpaca y seda), así como fibras sintéticas. Además de su destreza en el tejido, Adrián es un investigador apasionado de los tintes naturales, explorando su aplicación tanto en textiles como en tintas para la pintura. Su creatividad se extiende más allá de los límites del textil, incursionando en la joyería, la pintura, la cerámica y el arte objeto. Las obras de Adrián han sido expuestas tanto de manera individual como colectiva en diversas ciudades de Europa, Estados Unidos y México. Sus tapices han adornado galerías, ferias de arte, museos, bibliotecas e incluso los transitados pasillos del metro de Pantitlán en la Ciudad de México.

It is a key piece of the Minitapestry Collection, where Adrián Gómez unfolds with a touch of ironic humor a series of everyday images: from the sky and the streets to the "caguama" (a type of beer) and the cats, all while subtly weaving in certain political undertones of daily life, such as memories of the 2006 teachers' and popular uprising in Oaxaca. Originally from Oaxaca de Juárez, he has explored various textile techniques, focusing on his environment as his main interest, as well as the community networks that intersect it, his dreams, problems, and questions. Presented in comic strip format, the series opens interpretation so that each of us can integrate the text we prefer while contemplating the 32 vignettes that make up the Minitapestry Collection.

The work is part of the accidental series "El chow must go on." Little by little, works emerged without any predetermined goal during the pandemic lockdown. "These works were not planned; I simply created them guided by my subconscious, which I know little about but trust. The result seems to be even better than if I had planned it."

Adrián Gómez, a textile artist from Oaxaca, delves into portraying the everyday life of the outskirts and its inhabitants, an environment that has been his home since childhood. He himself labels his work as part of urban art, merging various textile techniques such as tapestry, sarape, and weaving on six-pedal and horizontal looms. In his pieces, he employs a wide range of plant fibers (such as cotton, sisal, and ixtle), animal fibers (wool, alpaca, and silk), as well as synthetic fibers. In addition to his skill in weaving, Adrián is a passionate researcher of natural dyes, exploring their application in both textiles and painting inks. His creativity extends beyond the boundaries of textiles, venturing into jewelry, painting, ceramics, and objet d'art. Adrián's works have been exhibited both individually and collectively in various cities in Europe, the United States, and Mexico. His tapestries have adorned galleries, art fairs, museums, libraries, and even the bustling corridors of the Pantitlán metro station in Mexico City.